A las puertas de la treintena, les ha llegado la primera vez. La mayoría nació en la década de los noventa y ahora echa a caminar. Este año sus diseños se estrenan en la pasarela de la 80 edición de la Mercedes Benz Fashion Week o cambian de pose, de forma pausada, como si nadaran en gelatina, en una performance del ciclo Madrid es Moda donde el cuerpo se cubre de volantes, encajes, animal print y cuadros de vichy.
Algunos rompen la amabilidad estética a la que conduce la alianza de las redes sociales y las grandes cadenas de moda. Alteran los colores que el ojo espera ver sobre estampados clásicos, presentes en los armarios más perezosos y en los más sofisticados, y combinan, de un pisotón, suelas de zuecos con hormas de botas de montaña. Ante las tendencias que hacen rafting en la lista deseos y en la calle homogeneizan el horizonte, estos diseñadores bosquejan su identidad en la desnaturalización de lo conocido. Todos aspiran a recobrar los oficios locales, a frenar, con los pies en su tierra, el impulso de convertir las prendas en objetos de usar y tirar. Desde La Coruña o desde Jaén, el talento joven de la moda española se cita bajo el cartel de la semana de la moda de Madrid.
Anamingo
Anamingo propone meterse en la piel de personajes romantizados.
D.R.
Hace tres años, Francisco Besteiro y Ana María Vázquez escogieron la intersección. Las carreras de los gallegos se convirtieron en una sola cosa y dieron a luz a una firma, a la que pusieron por nombre Anamingo. Aquello que lleve bordada su etiqueta persigue, en sus palabras, la «romantización». Aspiran a que quien luzca sus diseños se convierta en el personaje principal de su propia vida.
Las historias personales liman sus esquinas. Lo cotidiano se deja arropar por lo extraordinario. No importa si es él o ella. Sus piezas pierden el género. La memoria es la memoria. En su colección Ajuar, que presentarán el sábado 14 en el pabellón Allianz Ego de Ifema, el conjunto de sábanas, mantas, colchas y paños que envuelven la vida familiar se transforma en inspiración. Lo efímero y lo que permanece en la familia se hará moda en manos de los finalistas del 24 premio Mercedes-Benz Fashion Talent. El ganador se revelará esa misma tarde.
Santamarta
Santamarta invita a quien lleva sus prendas a jugar con la imaginación.
ALFREDO MAESTRO
Dos mejor que uno. Dos pares de ojos. Dos vidas. Marta Mat y Alfredo Maestro hilaron sus visiones y sus objetivos. Querían coser en sus vestidos, faldas y tops multiposiciones las posibilidades que la individualidad transfiere a los objetos.
En cada cosa, caben tantas ideas como habiten la imaginación de quien mira. Por tanto, una prenda no muere cuando su dueño se deshace de ella. En ese momento, defienden, se puede convertir en la materia prima de otro. En inglés, para que se entienda: upcycling. El 15 de septiembre, en la sala Allianza Ego de Ifema, la colección About Perception del dúo palentino resucitarán al cuero ablandado por el tiempo y la lana que otros han descartado. Los desechos dejan de serlo y la imaginación despierta.
Coconutscankill
Cuadros de vichy y espíritu de trajes regionales en Coconutscankill.
D.R.
Con la firma que fundó a los 21 años, Amara Caruncho Ledo, nacida en 1996, ganó el premio Allianz Ego Confidence in Fashion de la penúltima edición de la Mercedes Benz Fashion Week. Un año más tarde, la compostelana presentó su colección para la primavera-verano de 2025 junto al Museo del Prado.
Sus creaciones se pusieron en pie sobre el paisaje gallego. Los trajes regionales renacieron con discreción estampados en cuadros de vichy mientras las modelos, algunas con mantilla, otras con rosarios en las manos o alrededor de la cintura, paseaban en torno a una mesa repleta de los restos de una comida. Incluso una modelo mostró un mono con estampado de vaca. En la colección Sobremesa, el origen y el localismo fueron los temas de conversación.
Karlo Módenes
Karlo Módenes presenta un thriller sartorial que bebe de los años 60 y 70.
D.R.
De niño, Karlo Módenes no pidió 20 duros para comprarse una bolsa de chuches en el kiosco. Ni siquiera había cumplido dos años cuando el euro llegó a España. A sus 25, lleva tres al frente de su firma homónima, desde la que procura reavivar los principios del movimiento Fluxus, que entre los 60 y 70 quiso despojar al arte de seriedad y de valor comercial.
Con las piezas que el próximo sábado caminarán con su nombre por la pasarela del pabellón Allianz Ego de Ifema, Módenes pondrá en marcha un thriller sartorial. Como en una novela de Agatha Christie, los personajes, vestidos con gabardinas gigantescas y accesorios estrafalarios, desmenuzarán coartadas y pistas frente al libro. Ellos deberán responder a la pregunta que bautiza a la colección del pacense: Who Is The Killer? Sobre el escenario, solo diversión.
Tóscar Espadas
Las piezas de Tóscar Espadas beben de un gusto nipón.
D.R.
Del ropero de un hombre de Fukuoka, Japón, cuelga una camisa ideada por una treintañera de Úbeda, Jaén. Las piezas de Tóscar Espadas -amplias, generosas, mullidas, de paletas naturales- pueden encontrarse por todo el archipiélago nipón. En Japón sus diseños modernos y limpios han echado raíces. Y en Taiwán y en México.
En la edición de Madrid es Moda que se acaba de clausurar, la andaluza ha vuelto a las suyas. La colección Captulo IV nació, creció y se presentó en su taller del barrio madrileño de Quintana. La directora creativa buscaba que la distancia entre la pasarela y el público se cerrara. Granate, azul, verde y beige se desperdigaron en patrones amplios y siluetas redondas. La moda de Espadas no asfixia.