Tomar el sol en exceso es un error común, pero en verano es inevitable exponerse a los rayos UV. A pesar de usar protector solar, la piel se broncea.
Una vez que el daño está hecho, mantener el bronceado puede ser posible hasta el otoño. Para lograrlo, se siguen 10 mandamientos de belleza.
Exfoliar la piel (sin excederse)
La exfoliación no borra el bronceado, sino que lo realza y lo hace lucir más bonito. Ayuda a eliminar células muertas y toxinas acumuladas por la exposición al sol, cloro, sal, viento y cremas solares. Además, mantiene un tono uniforme y previene manchas.
Es importante exfoliar la piel de forma progresiva y suave para mantenerla con un tono homogéneo, mejorar su hidratación y textura. La frecuencia ideal es una vez por semana, consultando con un experto.
Agendar una limpieza facial profesional
Una limpieza profunda después de las vacaciones acelera la renovación de la piel, dejándola luminosa, sin manchas ni acné, y garantizando un bronceado bonito y duradero.
Hidratarse adecuadamente
La hidratación es clave para mantener un buen bronceado. Una piel deshidratada puede hacer que el bronceado no luzca como se desea.
Es recomendable utilizar aftersun en lugar de crema hidratante, ya que ayuda a reparar y combatir los radicales libres, contribuyendo a una piel más equilibrada y saludable.
Ducharse con agua fría
El agua fría tonifica la piel y evita la deshidratación causada por el agua caliente, lo que ayuda a mantener el bronceado.
Cuidar el cuerpo en un centro de belleza
Para prolongar el bronceado corporal, se puede optar por tratamientos como el «Fat Burner Express» de Montibello, que activa la circulación y tonifica la piel.
Aplicar vitamina C en la rutina facial
La vitamina C ayuda a sintetizar colágeno y elastina, tratando arrugas finas y superficiales, y unificando el tono de la piel. También potencia la creación de colágeno, prolongando el bronceado y tratando otros problemas de la piel.
Consumir vitamina C
La vitamina C, al igual que la vitamina A y los betacarotenos, estimulan la melanina y protegen la piel, ayudando a mantener un tono uniforme. Alimentos como zanahorias, naranjas, fresas, tomates y sandías son recomendados.
No renunciar al autobronceador
El autobronceador es una opción segura para mantener el bronceado sin dañar la piel con los rayos UV. Ayuda a prolongar el bronceado y a mantener un color similar al natural.
Maquillarse imitando el efecto del sol
Para mantener la calidez de la piel, se puede usar una base de maquillaje un tono más oscuro y polvos bronceadores en las zonas donde el sol incide naturalmente.