El interiorismo y la decoración están experimentando un gran auge, especialmente durante la pandemia, cuando el tiempo en casa nos hizo reflexionar sobre la importancia de los espacios para nuestro bienestar físico y emocional. Profesionales dedicados al buen gusto y al diseño de espacios están siendo reconocidos con prestigiosos galardones, como los Premios Escala de Interiorismo, entregados por la Escuela Madrileña de Decoración. En este reportaje se destacan a cinco mujeres galardonadas en la última edición de estos premios: Sandra Tarruella, Elisa Iglesias, Leonela Rivas, María Santos y Natalia Zubizarreta.
Estas interioristas se describen casi como psicólogas, ya que para acertar en una reforma es fundamental conocer a fondo a sus clientes. La confianza y la empatía son clave en su trabajo, que implica convencer, negociar y mantener la integridad del proyecto. A pesar de las exigencias de la profesión y los retos que enfrentan, estas mujeres se sienten valoradas y reconocidas en un sector que ha evolucionado considerablemente en los últimos años, con un enfoque más zen y centrado en la creación.
Natalia Zubizarreta.
La maternidad y la conciliación siguen siendo temas complicados para estas profesionales, cuya dedicación y pasión por su trabajo las lleva a tener jornadas laborales extensas que a menudo se mezclan con su vida personal. Sin embargo, sienten un profundo orgullo por su equipo y por la fidelidad de sus clientes. A pesar de las tendencias en decoración, prefieren proyectos personalizados y duraderos que reflejen la identidad de quienes habitan esos espacios.
En un mundo influenciado por las redes sociales, estas interioristas buscan mantener un equilibrio entre las tendencias fugaces y la creación de espacios atemporales y significativos. Su enfoque se centra en mejorar la calidad de vida de las personas a través del diseño interior, estableciendo conexiones emocionales y creando ambientes auténticos y acogedores.