Es una de las situaciones que ningún club desea para uno de sus empleados. Ver a un jugador implicado en acusaciones de agresión sexual es doloroso y plantea interrogantes sobre el futuro de Rafa Mir en el Valencia CF.
Es fundamental aclarar que el futbolista de 27 años no es culpable de ningún delito, no tiene antecedentes penales y no está bajo investigación judicial. Desde el punto de vista legal, se encuentra cedido al Valencia por el Sevilla hasta 2026, con medidas cautelares que limitan su libertad de movimiento.
El club tiene dos opciones con respecto a Mir: esperar el proceso judicial, que podría prolongarse durante uno o dos años, o buscar una solución para rescindir su contrato de manera anticipada sin incurrir en altos costos. La decisión final podría estar respaldada por una sentencia firme o un expediente disciplinario interno.
Expediente disciplinario
Una de las vías para resolver el contrato sería a través de un expediente disciplinario interno, ya que el convenio colectivo de los futbolistas no contempla la rescisión por motivos como el actual. El club podría iniciar este procedimiento debido al impacto de los hechos en su imagen institucional.
El código ético del Valencia CF establece pautas de conducta que deben cumplir sus empleados, y podría ser utilizado como base para tomar una decisión sobre el futuro de Mir en el club. La necesidad de actuar de manera ética y legal es fundamental en este proceso.
Los peores delitos
En el contexto actual, los delitos de naturaleza sexual son los que más daño pueden causar a la imagen de un club. El caso de Santi Mina es un precedente en el que el Celta tuvo que mantener su relación laboral con el jugador a pesar de una condena judicial, demostrando las complicaciones legales y de imagen que enfrentan los clubes en situaciones similares.