Conviértete en tu propio jefe: 9 preguntas importantes antes de dejar tu empleo para emprender
El sueño de ser tu propio jefe es lo que lleva a muchos emprendedores a iniciar un negocio. Quieren ser ellos los que decidan cuánto ganar, cuántas horas emplearse, y disfrutar del estilo de vida que no se suele tener en un trabajo tradicional.
Pero dejar un empleo para emprender y cumplir ese objetivo es un movimiento que no se puede hacer sin pensar y a la ligera.
Sé que es difícil levantarte cada mañana pensando cómo has llegado hasta ahí, lo harto que estás de ir todos los días a trabajar al mismo sitio, y que es fácil dejarte llevar por la idea de mandarlo todo al carajo y cambiar de vida.
Pero debes tomar esa decisión con calma, pensando bien en lo que vas a hacer, y no dejándote llevar demasiado por tus emociones.
Yo también estuve en la misma situación que tú; por eso, antes de convertirme en emprendedor, me hice estas 9 preguntas que aquí te comparto, y que a ti también te ayudarán a escoger el mejor camino para ti.
9 preguntas que debes hacerte antes de dejar tu empleo para emprender
1. ¿Esto me va a hacer más feliz?
En momentos desesperados tomamos medidas desesperadas. No pensamos con claridad, y nos dejamos dominar por nuestros sentimientos más básicos.
Quizás tú estés tan agotado de hacer siempre lo mismo, de ganar una miseria, y de tener un jefe que sólo te ve como un robot que creas que la salida más rápida es dejar tu empleo para emprender.
Así que antes de entrar en este terreno desconocido, debes asegurarte de que iniciar un negocio rentable es lo que realmente quieres, y que no es tan sólo una vía de escape de tu trabajo actual.
Si comienzas una empresa sólo por ganar dinero, o porque crees que es lo más fácil, y no porque es lo que realmente te hará feliz, al poco tiempo te sentirás también desgraciado y acabarás fracasando.
Si no crees que con esa decisión estarás más contento, no la tomes.
2. ¿Es este el mejor momento para hacerlo?
Creo que nunca es un mal momento para aprender o realizar algo si de verdad lo deseas y tienes la voluntad de conseguirlo. Pero antes debes tener en cuenta algunas cosas.
Si te acabas de quedar embarazada, o tienes muchas deudas pendientes, y tu sueldo es bastante justo para llegar a final de mes, quizás no sea el mejor momento para dejar tu empleo.
O quizás para la empresa que quieres montar necesites una serie de conocimientos o habilidades de los que no sabes nada, y antes de arrancar tu proyecto tengas que estudiar o leer más sobre el tema para estar preparado.
No hay nada malo en ser honesto con tu situación, ver en qué estado te encuentras, y hacer planes para emprender dentro de un par de meses cuando tengas todo solucionado para comenzar tu negocio.
3. ¿Cómo voy a cubrir mis gastos?
Es una locura total emprender un negocio si no tienes dinero, tus deudas son muy altas, y debes pagar las facturas de tu casa todos los meses.
Piensa que al iniciar un proyecto no empezarás a generar ingresos inmediatamente, sino que pasará un tiempo hasta que eso suceda. Y no te vas a mantener del aire ni tu ilusión va a pagar los intereses que tengas con tu banco.
Antes de dejar tu empleo asegúrate de que tienes un pequeño ahorro para cubrir tanto tus gastos personales como empresariales.
Si estás en una situación muy apretada, una buena idea es que comiences un negocio sin dejar tu empleo o busques un empleo por internet que te genere ingresos pero te de más tiempo para dedicar a tu emprendimiento.
Cuando consigas la estabilidad financiera con tu proyecto, puedes renunciar a tu trabajo con tranquilidad.
4. ¿Estoy dispuesto a cambiar mi estilo de vida?
No te voy a mentir: ser emprendedor no es tan fácil como lo pintan muchos llamados “gurús” de los negocios que sólo te animan a hacerlo para poder venderte sus programas que en realidad son tan sólo estafas.
Cuando yo empecé mi primer negocio tuve que trabajar mucho, esforzarme, quedarme en casa muchas horas preparando todo, sacrificar mi vida social y personal…
Aunque es cierto que mereció la pena hacerlo.
Pero ¿y tú? ¿Estás dispuesto a sacrificar cosas como tu tiempo, tu esfuerzo e incluso a tu familia al principio por emprender?
Piénsalo bien, porque ser el dueño de algo pondrá tu vida boca abajo y la hará muy distinta de lo que es ahora.
Ya no tendrás la misma rutina de levantarte, ir a trabajar, volver a casa, y tener la tarde libre. Tus horarios serán distintos, el trabajo será duro, y a veces te encontrarás solo.
5. ¿Realmente tengo la disciplina para ser mi propio jefe?
Muchas personas creen que si pueden ser sus propios jefes, eso hará que sus vidas sean más fáciles. Y eso es cierto, pero sólo a veces.
Cuando decides ser el dueño de algo no habrá nadie que te diga qué debes hacer, a qué hora empezar, cuánto tiempo deberás estar ahí…
No hay obligaciones, y por eso debes ser tú quien tenga suficiente fuerza de voluntad para obligarte a realizar las tareas necesarias y no caer en la tentación del típico “lo haré mañana porque ahora no me apetece”.
Piensa bien si podrás disciplinarte a ti mismo y luchar contigo cuando te encuentres algo flojo pero sepas que tienes unas obligaciones con las que cumplir.
6. ¿Puedo probar mi negocio sin dejar mi empleo?
Si no estás seguro de si tu negocio va a funcionar o no, o si tienes miedo a emprender, es buena idea que compruebes si puedes probar a arrancarlo mientras todavía estás empleado.
¿Por qué? Porque de esta forma podrás ver si ese nuevo camino profesional es para ti o no, si te gusta o lo odias, y si realmente funciona y podrás generar buenos ingresos con ello.
7. ¿Tengo las habilidades necesarias para emprender?
Antes de dar el paso, asegúrate de que tienes los conocimientos y habilidades necesarios para arrancar tu negocio.
En el caso de que dejes tu empleo para emprender, y no sepas realizar ciertas tareas, perderás mucho tiempo aprendiendo y, también, dinero que no ganarás.
Por ejemplo, si quieres iniciar un emprendimiento de venta de ropa en Internet, todas las tardes después del trabajo puedes dedicarlas a buscar información sobre ello y practicar para saber utilizar las redes sociales y promocionarte.
Así seguirás ganando tu sueldo mientras aprendes y cuando decidas renunciar a tu trabajo estarás bien preparado para abrir tu negocio.
8. ¿Estoy seguro de que mi idea de negocio funcionará?
Uno de los mayores errores que veo a diario entre mis alumnos es que se ilusionan con una idea de negocio sin investigar antes si funcionará o no, si hay un mercado y clientes que comprarán sus productos o servicios, etc.
Quizás se te haya ocurrido vender un invento tuyo que crees que será maravilloso; pero ¿es interesante para el resto de personas?
Y si la respuesta es sí, ¿es un producto costoso de fabricar y la gente estará dispuesta a pagar el precio que cuesta o no?
Investígalo bien haciendo un pequeño estudio de mercado porque esto es lo que marcará la diferencia entre que tengas éxito o fracases.
9. ¿Tengo un plan de negocios?
Otro gran error: no crear un plan de negocios básico para tu emprendimiento. Sé que esto y comprobar si hay un mercado para tu idea es aburrido, pero es vital si quieres convertirte en el dueño de una empresa con buenos beneficios.
Haz un plan en el que incluyas qué vas a vender, por qué medios lo harás, qué proveedores necesitas, quiénes serán tus clientes, dónde te promocionarás…
Si no sabes cómo crear un plan de negocios, mira este artículo: Cómo diseñar tu modelo de negocio paso a paso.
Es importante que te hagas todas estas preguntas antes de aventurarte a dejar tu empleo para emprender, porque de esta manera te asegurarás que todo funcionará correctamente y tendrás una estabilidad económica y laboral en el futuro.
Y tú, ¿cuáles de estas preguntas te has hecho y en cuáles no habías pensado? Déjame un comentario aquí abajo con tus respuestas.