Rebecca Cheptegei, una corredora ugandesa de 33 años, compitió en el maratón femenino de los Juegos Olímpicos de París antes de ser atacada con gasolina en Kenia por un hombre con el que mantenía una relación. Tras sufrir graves quemaduras, falleció en el Hospital Universitario y de Referencia Moi de Eldoret, Kenya. La policía planea acusar al agresor, Dickson Ndiema, de asesinato. Su muerte generó indignación y destaca el preocupante aumento de feminicidios en Kenia y otras naciones africanas.
World Athletics lamentó su fallecimiento como resultado de un presunto ataque de abuso doméstico. Rebecca era una talentosa atleta que destacaba en carreras de montaña, senderismo y carreteras. Su padre reportó amenazas de Ndiema, quien la atacó por un asunto relacionado a la propiedad. El organismo discutirá medidas para proteger a las atletas de todo tipo de abusos.
Otros casos de atletas femeninas asesinadas han ocurrido en África, reflejando un alarmante patrón de violencia contra las mujeres. Organizaciones y activistas piden una justicia rápida y contundente para acabar con esta cultura de desprecio hacia la vida de las mujeres y niñas. Autoridades kenianas están investigando el caso mientras se realizan vigilia y apoyo a la familia de Cheptegei.