Actualizado Martes, 10 septiembre 2024 – 20:22
En la legislación europea hay muchos detalles y en el tema de migración y asilo, Alemania, en el corazón del espacio Schengen, enfrenta restricciones. Esto habría sido la razón del fracaso de la «cumbre sobre migración» entre los partidos en coalición de gobierno, de la oposición y de los estados federados, que se esperaba que generara controversia debido a las sensibilidades que despierta este asunto y la cercanía de las elecciones en Brandeburgo el próximo día 22.
La Unión Cristianodemócrata (CDU) y su socia bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), no pueden bajar la presión sobre el tripartito de socialdemócratas, verdes y liberales desde el atentado en Solingen, donde un refugiado sirio asesinó a tres personas e hirió a ocho. La coalición liderada por Olaf Scholz está en apuros y frente a la pérdida de apoyo en las encuestas.
Ante los fallos del sistema expuestos por el caso de Solingen, la CDU considera que las propuestas del Gobierno para rechazar solicitantes de asilo en las fronteras alemanas son insuficientes. El Gobierno está dispuesto a seguir adelante con un modelo para frenar la inmigración irregular dentro del marco jurídico europeo, aunque sin el acuerdo con la oposición que buscaban.
El modelo propuesto incluye acelerar los procedimientos de Dublín y las devoluciones en las fronteras de migrantes no autorizados a entrar en el país. Además, se contempla la posibilidad de detención preventiva y un proceso ágil en los tribunales.
La medida de establecer controles fronterizos temporales ha generado controversia con Austria y Polonia, mientras que la oposición considera que se debe abordar la inmigración de manera conjunta en Europa. La defensora del pacto europeo de migración, Annalena Baerbock, opina que rechazar sumariamente a los migrantes en la frontera no es una solución sólida legalmente.