En una actuación de la Filarmónica de Viena en Madrid, el 20 de enero de 1998, la orquesta recibió abucheos después de una desastrosa interpretación del Bolero de Ravel, bajo la dirección de Lorin Maazel. Fue considerado uno de los mayores fracasos de la historia de la orquesta. Sin embargo, en una presentación más reciente, el público se puso de pie y aplaudió al final de la Sinfonía núm. 10 en mi menor op. 93 de Shostakóvich, dirigida por Daniele Gatti.
La Filarmónica de Viena ha presentado pocas veces las sinfonías de Shostakóvich, ya que no son parte habitual de su repertorio. La última actuación en Madrid fue el 1 de octubre de 2019. El concierto fue dirigido por Daniele Gatti, quien regresó al podio de la orquesta tras superar un incidente que llevó a su despido en 2018. La obra fue muy bien recibida por el público, aunque algunos críticos señalaron aspectos mejorables en la interpretación.
La presentación incluyó también la Danza húngara núm. 5 de Brahms y el ballet Apollon Musagète de Stravinski. A pesar de algunas críticas, la orquesta demostró su virtuosismo y elegancia en la interpretación. El concierto forma parte de una gira española que incluye presentaciones en Zaragoza y Barcelona.
Babelia
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