Actualizado Martes, 10 septiembre 2024 – 03:07

Llus Llach (Girona, 1948) enfrenta su primera Diada como presidente de la ANC en un momento crítico para el movimiento separatista, tras perder la presidencia de la Generalitat y la mayoría en el Parlament.

Cómo define el estado actual del independentismo?

El independentismo institucional es un desbarajuste absoluto, solo se tiene que mirar cómo están los partidos y el Parlament, cuando veníamos de una mayoría del 52% en votos. Y, en cambio, el independentismo social está indemne. No conozco a nadie que haya dejado de ser independentista. Solo que este independentismo está muy decepcionado y enfadado, y, por tanto, una parte se ha desactivado, otra no vota…

¿Ven viable seguir persiguiendo el objetivo de la independencia sin una mayoría parlamentaria partidaria de este objetivo?

Somos muy conscientes de que, aunque el 11 de septiembre antes éramos millones y ahora baja, estamos contados: somos más o menos dos millones. Lo que pasa es que estos electores han decidido no dar la confianza a un poder político que lo ha decepcionado mucho. Yo diría que con el señor Illa de president an estamos más motivados. La independencia, tal como está la cuestión institucional, no es una cosa de hoy para mañana, porque no estamos en una situación revolucionaria en este país. Es un trabajo de largo camino, de picar piedra, de confrontación y desobediencia.

Según el CIS catalán, el no a la independencia alcanza el 53% y el sí, solo el 40%; el porcentaje más bajo desde que arrancó el procés. ¿Cómo van a revertir esta tendencia?

Espero que esta vez hayan acertado. Explicando por qué queremos la independencia, que no es por una bandera. Un español que llega aquí, solo con empadronarse comienza a estar damnificado en la cuestión fiscal, de las inversiones, los presupuestos… No es tanto la persecución de una bandera, sino que la independencia nos procure las herramientas para hacer una sociedad mejor. Con España esto es un desastre.

Todo esto no queda resuelto con el concierto económico que ERC ha pactado con los socialistas?

No lo creo. Y me avalan 40 años de democracia y los de la dictadura y la República. Solo hay que ver cómo reaccionan las fuerzas políticas del país. Dentro del propio PSOE hay una especie de revuelta que el señor Sánchez, que es un gran trilero, intenta llevar hacia su terreno. España surge de un error: la conquista y expolio de toda la periferia. A Cataluña, el dinero; a Andalucía, las tierras, etc. Y esta España de matriz castellana se ha acostumbrado a vivir esto. Lo intentamos de una manera democrática en 2017 y nunca hubo ninguna posibilidad de negociación.

¿No cree, pues, que se acabe aplicando este concierto económico?

Pregúntaselo a los españoles. Pero, por lo que veo, no. Como la amnistía, como casi todo.

ERC es bienvenida a los actos de la Diada?

Cualquier persona que sea independentista es bienvenida. Puedes estar con una persona que, desde el punto de vista ideológico seis adversarios naturales y que, en cambio, en la Diada estás de acuerdo en lo que celebramos.

¿Qué grado de influencia tiene ahora la ANC? En julio, su última manifestación contra los jueces que no aplican la amnistía reunió a 1.500 personas, según el Ayuntamiento.

1.500, dijeron? Qué bonito. Después se encuentran sorpresas y no están preparados y juegas con ventaja.

¿Tienen el mismo grado de influencia que cuando sacaban dos millones de personas a la calle?

No. Es evidente que no podemos movilizar tanta gente. Eso está clarísimo. No confío en tener un millón de personas. Somos una herramienta fantástica, con la misma fuerza movilizadora que teníamos antes, pero quien se ha abstenido ante la decepción institucional es el elector o el participante. Ahora lo que tenemos que repetir es: O te levantas o nos entierran de uno en uno.

¿Entendió la maniobra de Puigdemont de hacer una incursión en Cataluña para volver a huir?

No solo la entendí, la apoyo absolutamente. Puigdemont representa un símbolo para Cataluña, supongo que el Estado español ya se habrá dado cuenta. Como diputado electo, quería presentarse en el Parlament y participar o no, según lo que hiciera la policía judicial. Lo que me llamó la atención fue la actuación fastuosa del señor Sallent [ex jefe de los Mossos] y el señor Elena [entonces consejero de Interior] de hacerlo tan mal. No se entiende que lo quisieran impedir. Era casi una cosa pactada que pudiera ir al Parlament, entrar y después detenerlo y llevarlo para hacer la foto del escarnio. Se volvió a casita y seguir haciendo trabajo internacional.

¿Cuál debe ser ahora su rol?

Si no se le amnistía, dar testimonio de la represión del Estado español ante las opciones de autodeterminación de un país como Cataluña.

La ANC habló de una defensa popular de la integridad de Puigdemont si intentaban detenerlo. ¿Teme responsabilidades judiciales para los miembros de su entidad que se manifestaron para dificultar el arresto?

Eso es lo que intentan los Mossos d’Esquadra. Nos tratan de peligrosos. Nuestras abuelas son una amenaza muy fuerte, nos gasean con gas pimienta y eso lo envían al Tribunal Supremo. Gracias señor Elena, gracias ERC, gracias señor Sallent.

¿Cómo valora el papel que ha jugado ERC en la investidura de Illa?

Como independentista, como un desastre, además inexplicable. Parecía que había un sector de ERC que quería corregir la deriva estratégica fracasada del señor Junqueras. Totalmente fracasada en tres elecciones. Ya no puede fracasar más. Nombrar a un presidente tan españolista no es comprensible. No sé qué razones profundas hay detrás.

¿Hay que renovar los liderazgos del independentismo?

Se tiene que renovar a mucha gente. Y no solo en ERC. Pero ERC es la que está más en cada libre. Lo intenta la CUP, que se está repensando. Lo intenta Junts, que siempre está a ver si comienzan los golpes o no. Lo único que los puede cohesionar es el presidente Puigdemont en el exilio. Es una situación difícil. Yo, porque estoy en una entidad privada, sino también me tendría que reciclar.

¿Puigdemont no se debe renovar?

Yo no voto nunca a Junts, eh. Solo voté al president cuando se presentó a Europa. Y en cambio entiendo que, teniendo un presidente en exilio, su figura es algo a proteger. El día que pueda volver y se meta en política, si se quiere meter, la ANC tendrá con él una actitud respetuosa hacia un ex presidente buen patriota, pero será crítica como con todo el mundo.

¿Ve a Sánchez pactando un referéndum de independencia vinculante para Cataluña?

No. Mi problema es que no veo a España democráticamente preparada para aceptar una separación democrática de algo que cree que es su propiedad.