Francia ha nombrado un nuevo primer ministro, Michel Barnier, dos meses después de las elecciones legislativas convocadas por Emmanuel Macron. Esta elección ha sido complicada y ha generado controversias, ya que Macron inicialmente apeló a la unión de los partidos para evitar que la extrema derecha de Marine Le Pen llegara al poder, pero finalmente se ha apoyado en ella para asegurar la nominación del nuevo primer ministro.
La elección de Barnier, un conservador de derecha, ha generado críticas debido a que la izquierda fue la que obtuvo la mayoría en las elecciones legislativas. Este periodo políticamente caótico e inusual en Francia plantea incertidumbres sobre la duración de Barnier en el cargo y si será censurado por Le Pen.
El traspaso de mando entre el joven Gabriel Attal y Michel Barnier fue emotivo, destacando la desafiante situación política que enfrenta Francia. Barnier, a sus 73 años, se convierte en el primer ministro de mayor edad, sucediendo al joven Attal de 35 años. La elección de Barnier se realizó después de intensas consultas y en medio de críticas de sectores políticos diversos.
Intensas consultas
La elección de Barnier responde a la necesidad de Macron de un perfil que no sea censurado por la Asamblea y que respalde sus reformas ya aprobadas. Aunque la izquierda considera esta decisión como un desprecio a la democracia, Macron ha buscado unir al país en un momento de alta inestabilidad política y tensiones partidistas.