En la noche del martes, los residentes del reparto La Rosita en San Miguel del Padrón, en las afueras de La Habana, salieron a las calles después de más de dos semanas sin agua potable. Badiela Ayala estaba presente, junto con la multitud que, haciendo sonar calderos y gritando «¡queremos agua!», detuvo el tráfico en la Calzada de Güines. Ayala relató: «Los funcionarios públicos llegaron al lugar y nos proporcionaron camiones cisterna, gracias a Dios, porque llevábamos más de 17 días sin agua». Sin embargo, el problema persiste, ya que una vez que se agote el suministro proporcionado por el Gobierno, la escasez de agua regresará. Ayala afirmó: «¿Qué haremos si eso sucede? Pues lo mismo que hicimos, salir nuevamente a las calles».
La crisis del agua en Cuba no es nueva, pero se ha agravado debido al deterioro del país, la falta de mantenimiento de las tuberías y la escasez de combustible, ya que el sector hidráulico es uno de los mayores consumidores de energía eléctrica. Las autoridades cubanas admitieron que más de 600,000 personas están experimentando la falta de agua. José Antonio Hernández, presidente del Grupo Empresarial de Agua y Saneamiento, informó a la prensa oficial que al menos 130,000 clientes en La Habana se ven afectados por la escasez de agua, y que varias provincias en el interior del país también tienen miles de clientes sin servicio.
Hernández señaló que las roturas de equipos de bombeo y los cortes frecuentes de electricidad son las principales causas del caos hidráulico en el país, provocando protestas en múltiples ocasiones. Otra dificultad son las fugas de agua, con unas 2,000 reportadas en La Habana a finales de 2023 que permanecían sin reparar durante días o meses.
A pesar de las cifras proporcionadas por el Gobierno, un estudio del Observatorio Cubano de Derechos Humanos sugiere que hay muchas más personas sin acceso a agua potable en el país de lo que se informa oficialmente. Según Yaxys Cires, director de estrategias de la organización, cerca del 17% de los encuestados en el estudio de 2023 indicaron no contar con servicio de agua potable, lo que representa aproximadamente 663,000 hogares y unas 1.9 millones de personas. Además, alrededor del 27% de los hogares reciben agua menos de cuatro días a la semana, y el 40% entre cuatro y seis días, lo que muestra una falta de suministro estable y permanente para la mayoría de la población.
Una mujer recolecta agua de mar para limpiar su casa en el malecón de La Habana (Cuba) en septiembre de 2022.Yander Zamora (EFE)
Una situación desesperada
En la provincia de Pinar del Río, Lismary Mariño lleva más de un mes sin agua. Se ve obligada a buscar agua en otras zonas cercanas, ya que tiene garrafas de 55 litros para cocinar y tanques en el techo de su casa que están a punto de vaciarse. Mariño expresó: «La verdad es que esto es desesperante. Tengo un hijo pequeño, mis vecinos también tienen niños y ancianos. Son muchas las preocupaciones que nos afectan».
Los funcionarios han reconocido esta problemática como algo «muy complejo» que no parece tener una solución a corto plazo. El presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Antonio Rodríguez Rodríguez, admitió que no puede ofrecer una fecha precisa para resolver el desabastecimiento de agua. Rodríguez afirmó que, siendo realistas, se aspira a una mejora el próximo año, sin resolver completamente los problemas existentes.
Aunque la situación actual es crítica, se estima que solo la mitad de la población cubana recibe un servicio de agua estable y seguro. El año pasado se informó que 478 asentamientos tenían problemas con las redes de acueducto, 2.7 millones de personas recibían agua cada tres o más días, y 475,000 cubanos dependían de camiones cisterna para abastecerse. A pesar de los intentos del Gobierno por solucionar la crisis del agua, muchos cubanos pagan altas sumas por el suministro de agua potable.
Las continuas quejas sobre el mantenimiento del sistema hidráulico y los problemas de aguas albañales en La Habana han sido vinculadas al mal trabajo de Aguas de La Habana, la empresa estatal responsable de gestionar los servicios de abastecimiento de agua. Sin embargo, la falta de personal dispuesto a trabajar en la empresa también es un problema. Rodríguez mencionó que muchos especialistas se han marchado en busca de mejores salarios.
Karen Isasi, otra residente de San Miguel del Padrón sin agua desde hace dos semanas, acudió a las oficinas de Aguas de La Habana en busca de respuestas, sin éxito. La falta de agua ha generado protestas locales en diferentes partes de Cuba, pero las soluciones a largo plazo aún parecen lejanas. A pesar de los esfuerzos del Gobierno por contener las protestas y enviar suministros temporales de agua, parece que la crisis del agua en Cuba todavía no tiene una solución definitiva.