La comunidad educativa está de acuerdo en la importancia de integrar las nuevas tecnologías en las aulas, pero muestra reservas sobre la mejor manera de hacerlo. Los editores proponen un modelo híbrido en las escuelas, combinando libros en papel y digitales. Los padres solicitan que los colegios garanticen que los alumnos tendrán acceso al material necesario. Los directivos consideran que las aulas deben estar digitalizadas, mientras que los profesores advierten sobre posibles riesgos como la apatía o la desconexión debido al uso excesivo de la tecnología.
En 2023, las licencias digitales de libros de texto generaron 20,61 millones de euros. Para el próximo curso, las editoriales han puesto a la venta más libros y contenidos digitales (32,640) que en formato papel (29,327). De acuerdo con la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE), en 2017 la oferta era de 13,818 libros y contenidos digitales. El presidente de la organización, José Moyano, destaca que el sector educativo apuesta por recursos educativos híbridos que incluyan tecnologías como la inteligencia artificial.
Se insta al Ministerio de Educación a liderar la integración de la tecnología en la educación para mejorar los resultados de enseñanza-aprendizaje. Se critica el derroche de recursos en tecnología sin respaldo educativo suficiente. La presidenta de COFAPA destaca la importancia de que el uso de papel y material digital sea complementario y defiende la necesidad de que los padres conozcan el proyecto educativo del colegio.
Los directivos de los centros educativos públicos abogan por aulas digitalizadas y una transición hacia lo digital. Los profesores solicitan planes de formación que aborden el uso adecuado de la tecnología en el aula y advierten sobre posibles riesgos. Es fundamental implicar a las familias en el uso de recursos digitales tanto en el ámbito familiar como social.