En la última etapa de la Vuelta a España, las calles de Madrid estaban cortadas y los ciclistas pasaban velozmente por el trazado entre las vallas. Las Tablas, Sanchinarro, Chamartín, Castellana, Chueca… recorriendo 26,4 kilómetros como colofón. Carapaz quedó en cuarto lugar a pesar de su vocación por ganar. Enric Mas fue tercero y O’Connor segundo, defendiendo el maillot rojo sin éxito. Roglic fue el gran campeón, empatando con la historia que marcaba Roberto Heras. Desde Lisboa, la competencia fue intensa, con Roglic como favorito. O’Connor desafió a los demás en una etapa que le valió para descomponer el orden establecido.
Roglic y Mas se destacaron en las etapas montañosas, mientras que otros ciclistas como Pablo Castrillo y Marc Soler también brillaron. Los sprinters como Groves y Van Aert reclamaron su protagonismo, aunque este último tuvo que retirarse por un accidente. La etapa clave fue en Moncalvillo, donde Roglic selló su victoria. En la contrarreloj final, Küng fue el más rápido, pero Roglic se coronó como campeón con autoridad. Fue un día de reconocimiento para otros ciclistas y el epílogo para la brillante actuación de Roglic.
La clave de Moncalvillo
Roglic se destacó nuevamente en la etapa de Moncalvillo, asegurando su liderazgo en las dos últimas etapas. En la contrarreloj final, Küng fue el más rápido, pero Roglic se coronó como campeón con autoridad. Fue un día de reconocimiento para otros ciclistas destacados y el epílogo para la brillante actuación de Roglic durante toda la Vuelta a España.
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