El barco de rescate de Médicos Sin Fronteras en el Mediterráneo (MSF), el Geo Barents, que había sido bloqueado en el puerto de Salerno desde el 25 de agosto, puede volver a operar después de que un juez suspendiera la prohibición cautelar de hacerse a la mar. Esta medida se da en medio de la tensión entre el Gobierno ultraderechista de Giorgia Meloni y las ONG que realizan labores de rescate en el mar. MSF fue sancionada por haber rescatado a 37 personas sin previo aviso, acción que, según las autoridades italianas, incumplía las normas locales.
A pesar de que el juez aún no ha tomado una decisión sobre las acusaciones, ha señalado que el bloqueo del barco en puerto representa un peligro grave e irreparable que afecta el derecho del Geo Barents a realizar las tareas humanitarias en el mar. Esta acción judicial ha permitido que el barco de MSF vuelva a operar después de haber sido bloqueado en dos ocasiones anteriores.
MSF, que ha rechazado las acusaciones en su contra, explicó que informó a las autoridades de la operación de rescate nueve minutos después de llevarla a cabo, ya que las personas rescatadas se lanzaron al agua de forma repentina. El juez ha observado los videos proporcionados por MSF y ha indicado que la embarcación estaba realizando operaciones de socorro sin poner en peligro a las personas a bordo, y que la guardia costera libia estaba informada de la situación.
Las ONG de rescate de migrantes en Italia han enfrentado dificultades con las estrictas normas impuestas por el Gobierno desde diciembre de 2022, limitando su capacidad de acción. El caso más emblemático es el juicio contra Matteo Salvini, actual vicepresidente del Gobierno y ministro de Infraestructuras, por impedir el desembarco de 162 inmigrantes rescatados por el buque Open Arms en 2019. Esta situación refleja el conflicto entre los partidos de ultraderecha italianos y las ONG que realizan labores humanitarias en el mar.